A un año de los hechos su familia teme impunidad y olvido.

Ha pasado más de un año desde la trágica muerte de Mauro Alberto Gómez Estay, adolescente de 14 años atropellado por un chofer de microbús que conducía bajo los efectos de cocaína.
El responsable, Humberto Fuenzalida, fue formalizado por conducción bajo estupefacientes con resultado de muerte y huir del lugar del accidente.
Aunque inicialmente quedó en prisión preventiva, más tarde se le otorgó arresto domiciliario, lo que generó indignación en la familia y la comunidad.
La madre de Mauro ha liderado una lucha constante por justicia y cambios legislativos, afirmando que “nos rompieron la mitad del alma”.
En mayo de este año, estudiantes del Liceo Eduardo de la Barra y universitarios marcharon en memoria del joven.
Allí exigieron la aprobación de la llamada “Ley Alberto”, que propone controles diarios de alcotest y narcotest para choferes de microbús.
El caso evidenció las graves falencias del transporte público porteño, marcado por condiciones precarias y escaso control a los conductores.
Organizaciones sociales y gremios estudiantiles han sumado presión para que la nueva licitación del sistema incluya estándares más rigurosos.
La tragedia de Mauro se transformó en un símbolo de exigencia ciudadana por un transporte digno y seguro.
Este martes 19 de agosto en RITOQUE FM conversamos con Mauro Gómez, padre del malogrado joven, quien desde Colombia se comunicó con el programa #CiudadAbierta para plantear su preocupación ante la solicitud la defensa de Humberto Fuenzalida a una audiencia citada para este miércoles 20 de agosto, que intentará instaurar medidas menos gravosas a la prisión del detenido, actualmente en su domicilio.

Escucha la conversación que tuvimos con Mauro Gomez, padre de la víctima: