El cantautor y multinstrumentista nacional conversó en Ciudad Abierta sobre el legado del icónico vocalista de Los Jaivas y cómo la banda ha sido determinante para su propia carrera.

En el programa Ciudad Abierta, edición del miércoles 22 de enero de 2025, Fernando Daniel Stern Britzmann (Santiago, 30 de marzo de 1985), conocido como Nano Stern, conversó en nuestra radio sobre su particular relación con la histórica banda nacional Los Jaivas.

Es que como músico, Nano Stern ha sabido -y debido- escuchar a sus predecesores, de los cuales extrajo aprendizajes tanto de sus obras como de su trayectoria. Esas lecciones han llegado a través de su búsqueda y por medio de azares como los que lo unen a el grupo nacional.

«Los Jaivas están en el fondo de mi corazón. Conocí a Los Jaivas a mis 13 años, el 30 de marzo de 1999, un día en que tocó Deep Purple en Chile. En esa adolescencia, solo pensaba en la banda y que mi mamá me regalara entradas a mí y a mi hermano, fue espectacular. Era mi sueño y estaba a punto de cumplirlo».

Dos años antes, cuando vino la banda inglesa al mismo estadio, el Santa Laura, en la comuna de Independencia, cayó una torre de sonido sobre el público, dejando a 44 fanáticos heridos y con el milagroso resultado de sin víctimas fatales. A pocas horas del concierto de ese día, Nano se enteró que se suspendía lo que hizo desmoronar su ánimo adolescente, ya que era una fecha esperada por meses.

Al ver la desazón de su hijo, la mamá de Nano quiso buscar una solución y sabía que en el Teatro de la Universidad de Chile, ese mismo día, había un concierto. Eran Los Jaivas e iban a tocar el disco Alturas de Machu Picchu íntegro, de principio a fin. Nano, a esa edad, era algo fundamentalista en sus gustos musicales: «Tenía un prejuicio bien huevón, porque era pendejo, de que una banda con charangos era aburrida. Pero lo que vi ese día me cambió la vida. Fue más que un concierto; fue un ritual chamánico».

Para Nano Stern no hay dudas de que «el Gato Alquinta es el mejor frontman de la historia de Chile, ser la voz de Los Jaivas, lo volvió un chamán, un mago de su oficio». Así fue como durante su adolescencia y primera juventud, Nano Stern y su hermano fueron a todos los conciertos posibles de Los Jaivas, a donde fuese que tocaran.

Eduardo Alquinta y Los Jaivas le enseñaron «otra dimensión de hacer música. El paso sin problemas del rock al folclor, es notable. Mi búsqueda en el escenario y el la creación musical, están completamente influidas por Los Jaivas»,

Una de esas tantas idas a ver a Los Jaivas fue a la antigua «concha acústica» de la Quinta Vergara en Viña del Mar. Luego del show, Nano y sus amigos esperaron afuera del hotel donde estaba la banda para ver si podían verlos, conocerlos en persona. Casi a las tres de la mañana, salen los músicos y entre ellos Eduardo Alquinta. Nano osó en pedirles tocar juntos, él con su guitarra y Gato con su voz, la canción «Mira Niñita». «Luego de eso, no pude dormir en varios días, recuerda».

Dicha anécdota es recordada por la Parra, baterista de la banda, quien dijo a los medios, a propósito de la gira que harán juntos, que «si el Nano está junto a nosotros no fue porque lo decidimos los actuales Jaivas, sino porque el Gato lo quiso».

Conoce este imperdible relato de Nano Stern y su pasión por Los Jaivas, a continuación.