Hipertensión, infarto al miocardio y accidentes cerebrovasculares son algunas de las enfermedades más comunes en Chile. En este contexto, la nutricionista de Clínica Los Leones, María Paz Rojas, enfatiza acerca de disminuir el sedentarismo y mejorar los hábitos alimenticios para evitar estos padecimientos.
El escenario es preocupante, y es que más de la mitad de los chilenos presentan dos o más factores de riesgo tales como diabetes, hipertensión, tabaquismo, obesidad, colesterol alterado y sedentarismo. ¿Te sientes identificado?
Según revela la última Encuesta Nacional de Salud, en primer lugar, destaca el sedentarismo (86,7%), luego el sobrepeso (39,8%) y en tercer lugar el tabaquismo activo (33,3%). Le sigue la hipertensión (27,6%), diabetes (12,3%) y el consumo riesgoso de alcohol (11,7%).
Un estilo de vida basado en el consumo de alimentos altos en azúcares y grasas saturadas está relacionado con el desarrollo de enfermedades tales como la hipertensión y diabetes, las cuales se asocian con la aparición de patologías cardiovasculares.
“La mala alimentación no solamente va a afectar al corazón, sino también a todos los órganos que participan, o más bien dicho, a todo el cuerpo que participa en las funciones básicas. Es importante saber que el corazón es el motor de nuestro cuerpo y tenemos que mantenerlo lo más sano posible”, enfatiza la nutricionista de Clínica Los Leones, María Paz Rojas.
La cantidad que se come, es tan importante como lo que se come. Sobrecargar el plato, repetir la porción o comer hasta estar satisfecho puede hacer que comas más calorías de las que tu cuerpo necesita.
Actualmente, la población chilena presenta una alta prevalencia en enfermedades del corazón debido a los factores de riesgo y el estilo de vida. Las estadísticas muestran que el 86,7% de la población es sedentaria y un 74,2% de la población adulta sufre sobrepeso u obesidad por lo que ver pacientes infartados jóvenes y obesos es cada vez más frecuente.
En este contexto, la especialista enfatiza que además de la alimentación, es fundamental realizar algún tipo de actividad física, al menos tres veces a la semana por 30 o 35 minutos. “Comer alimentos lo más natural posible, de la mano de frutas y verduras, no consumir exceso de grasa saturada, que por lo general viene en productos envasados”, señala.
También, la nutricionista de Clínica Los Leones recomienda realizar chequeos cada tres o seis meses para conocer el estado del perfil de colesterol. “No es malo consumir de vez en cuando alimentos altos en grasas saturadas y carbohidratos, pero si está toda la semana ingiriendo este tipo de comidas, se debe mejorar el estilo de vida para no generar una patología”.
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