Las discrepancias están todas sus líneas y la falta de conexión con los hinchas en la tribuna se hace patente. De hecho, se escuchan algunas pifias y chiflidos por allá por Recoleta.
Por S. Ibañez
A pocos minutos de iniciado el encuentro, el Presidente “Boris”, apruebo dignidad y algunos viejos tercios de la antigua concertación, parecen no conectar entre sí, y es que comunistas, frenteamplistas y regionalistas (“un equipo chico” en el papel) han logrado alcanzar el título contra todo pronóstico. Parece no ser suficiente los refuerzos de última hora.
Las discrepancias están todas sus líneas y la falta de conexión con los hinchas en la tribuna se hace patente. De hecho, se escuchan algunas pifias y chiflidos por allá por Recoleta. En los primeros minutos del partido, Boric con una tenida más “light”, observa desde la banca, no gesticula en exceso, ni figurar excesivamente como su antecesor. Por lo que el protagonismo a recaído en el tridente ofensivo conformado por: Giorgio Jackson, Izkia Siches y Camila Vallejo. Un trío de ataque que tiene habilidades para poner la pelota al piso, marcar la agenda y conducir al gobierno, pero que hasta ahora no ha podido hilvanar una sola jugada de gol en el arco rival.
El gobierno hasta ahora ha sido incapaz de dominar el encuentro, bajar la pelota al piso, elaborar alguna jugada de laboratorio y en definitiva echarla adentro. Por el contrario, Jackson desaparecido en la cancha, no logra alinear a sus propios compañeros, ni tender puentes con eventuales refuerzos. Vallejo se ha dedicado a contener los ataques rivales y se ha visto obligada a llegar a las coberturas provocadas por los pases errados de Siches.
Respecto de esta última, es comprensible que luego de haber ganado las elecciones y haber jugado un papel fundamental en la segunda vuelta de campaña electoral del entonces candidato Boric, Siches merecía una camiseta en el equipo titular, pero cosa distinta es ser la conductora del gabinete.
Nada hacía presagiar que la doctora, quien se incorporó al plantel como figura estelar, se está transformando en la primera decepción. Portar la jineta de capitán y ponerse la “10” requiere no sólo de innovación, sino que de experiencia, manejar los tiempos y cautela para una debutante en las grandes ligas.
Mientras que en el equipo rival algunos miembros del plantel vociferan “otra cosa es con guitarra”, “estudiantes en práctica”, provocando la ira de los hinchas oficialistas y los vítores de su hinchada. Otros, aprovechan las chambonadas del oficialismo para hacer tiempo, y así mantenerse en el terreno de juego, ya que varios en la oposición más que jugadores consagrados, parecen extras de la serie de zombies “The Walking Dead”.
La pelota sigue rodando, el calor es intenso, y para la galucha no fue suficiente la “jugada personal” del aumento del salario mínimo ejecutada por Mario Marcel. El partido está cuesta arriba y de no adelantar las líneas, el equipo dirigido por el Presidente Boris se irá con dos goles en contra antes de finalizar el primer tiempo.
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